El sobrenombre, apodo o mote de pepe a los llamados José tiene un significado curioso y su procedencia viene de las primeras etapas del cristianismo, cuando era perseguido por la Santa Inquisición. Debían crear un lenguaje oculto para no ser presa fácil y poder continuar con sus ideales ancestrales. Representaban sus objetos y figuras veneradas por simbolismos, como por ejemplo los cristianos se identificaban con la figura del pez representando a Jesucristo.
Para San José (Pater Pulativo) que significa "Padre aparente", lo simplificaron con las iniciales PP y su lectura es "pepe". Esta costumbre ha crecido hasta hoy para todos los hombres con el nombre de José.